Está dirigido a los familiares que conviven con personas con discapacidad intelectual y se fundamenta en el enfoque centrado en la familia como herramienta para que las familias puedan obtener una mayor calidad de vida familiar, promoviendo la marentalidad y parentalidad positiva. Facilitándoles la conciliación de su vida personal, familiar y laboral.
Estos apoyos, denominados comúnmente respiro, pueden ser por horas realizándose en el propio domicilio o acompañamientos en el entorno de las personas.